Hammam Purifica
El agua es el eje de este ritual purificador que renueva la piel eliminando impurezas y células muertas a la vez que abre las vías respiratorias. En el Hammam el baño de vapor precede siempre al ritual de lavado y exfoliación de la piel, en casa puede empezarse por una ducha caliente que abrirá los poros y preparará la piel para aplicar la crema de jabón negro por todo el cuerpo, incluyendo el cuero cabelludo y el rostro, evitando la zona de los ojos...
1er Paso: Limpieza y Crema de Jabón negro
La crema de jabón negro contiene AOVE que protege y nutre la piel, y extracto de eucalipto que depura y abre las vías respiratorias. Primero se masajea la piel con la mano y una vez hayamos enjabonado bien todo el cuerpo, masajearemos suavemente y en sentido ascendente, desde los tobillos hasta los hombros, con el guante Kessa.
2° Paso: El masaje con guante Kessa
Este guante, de fibra natural de ramio, es el mejor exfoliante y también un excelente activador de la circulación que además tonifica y reafirma los tejidos. En el rostro y el cuero cabelludo, la crema de jabón negro se aplica directamente con las manos, masajeando suavemente y en círculos con la yema de los dedos, el efecto del carbón activo, el extracto de hojas de olivo y el AOVE contribuye a purificar la piel en profundidad aportando suavidad y emoliencia.
3er Paso: La relajación y el té
Para terminar, volvemos a aclarar con agua caliente y finalizamos con agua tibia para relajar y tonificar los tejidos. A continuación se puede aplicar una crema corporal o simplemente dejar la piel respirar y aprovechar para tomarse un buen descanso. Una taza de té verde a la hierbabuena contribuye a terminar el ritual depurando la garganta y el sistema digestivo.